Esperando el final,pasó el tiempo querido
Las hojas jamás cayeron
El papel nunca se tiño
Las promesas se suicidaron (te advertí que se lanzarían por el bidet)
Y aquí estamos, pasmados, pálidos e inconsecuentes
¿Pensamos que no llegaría? ¿Creímos que éramos el comienzo y el final?... ya ves, la historia se escribe sola.
Pese a los remolinos y campanarios perdidos, mis manos no tiemblan más. Volví a sonreír entre dientes.
lunes, 22 de marzo de 2010
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